27 Julio, 2011 - 20:02
CREDITO:Horacio UrbanoUn fantasma se ha cansado de recorrer y golpear a prácticamente toda ciudad del país: el desorden en la expansión de sus manchas urbanas…
Y aunque a primera vista pareciera que este desorden proviene del desarrollo habitacional, incluso a muchos conviene que se piense así, un análisis muy básico permite destacar dos temas: la vivienda formal prácticamente ha acabado con la informalidad y las invasiones de predios, y toda culpa que hoy se asigna a los empresarios inmobiliarios es en realidad resultado de la falta de gobierno.
Pero, ¿por qué crecen las manchas urbanas? Crecen como resultado de una dinámica social que requiere viviendas, escuelas, centros de trabajo, espacios recreativos y zonas comerciales.
Pero, ¿por qué crecen en forma tan desordenada? Por la falta de políticas claras de desarrollo urbano, que hay que recordar –y este punto es fundamental al hablar de estos temas-, son responsabilidad estrictamente local.
Porque ante la falta de planeación el desarrollo inmobiliario se hace no dónde la ciudad lo requiere, sino donde hay disponibilidad de suelo barato y permisos.
Y la falta de planeación tiene muchas vertientes. Así, de pronto cualquier autoridad se siente con la capacidad para denunciar, por ejemplo, la lejanía de las viviendas o la falta de vialidades y los sistemas de transporte para llegar a ellas, olvidándose por completo de que esto es resultado de una negligente gestión pública que no generó programas de desarrollo urbano ni realizó con oportunidad las inversiones en infraestructura que en forma obligada deben complementar a los mismos.
Parte de esta falta de planeación ha provocado olvidar que una parte estratégica de toda política de desarrollo urbano es el reciclamiento de suelo, la reconversión de los usos del mismo y el rescate y la preservación de zonas de alto valor ambiental, cultural o histórico.
En esta omisión han quedado los centros históricos de todas nuestras ciudades, que ante la falta de políticas urbanas que potencialicen su mejor utilización se están convirtiendo en corazones podridos de absurdas manchas urbanas que, con el argumento de que no hay suelo intraurbano, expulsan la inevitable ola de nuevas construcciones a la ya muy deteriorada y sin límites claros periferia.
Es una obligación preservar los centros históricos y lo es aun más si consideramos que se trata de suelo potencialmente valiosísimo en la medida en que cuenta ya con todos los servicios.
Poder aprovechar este invaluable insumo requiere de la suma de esfuerzos de iniciativas públicas y privadas, en que autoridades y órganos legislativos se pongan objetivos claros en cuanto a la elaboración e implementación de políticas públicas y la conformación de marcos regulatorios propicios para enfrentar este enorme reto.
Porque mucho se habla de que la vivienda se aleja por la falta de reservas territoriales y en contraste pocas veces se buscan estas reservas enfrente de nuestras narices; sí, precisamente en los centros subutilizados de nuestras ciudades.
Fovissste otorga perdón
Seguro recordarán que hace poco más de un año, el titular de la Secretaría de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, denunció un fraude cometido en contra del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovisssste), en el cual habrían participado un grupo de burócratas derechohabientes del Fondo, quienes en contubernio con algunos funcionarios menores involucrados en los procesos de originación lograron que les otorgaran créditos hipotecarios por montos muy superiores a su capacidad de pago.
Pero para cuando esto sucedía, el vocal ejecutivo del Fovissste, Manuel Pérez Cárdenas, ya había realizado las denuncias penales pertinentes, mismas que siguieron su curso hasta llegar al punto en que el Fovissste anuncia que una vez determinados defraudadores y monto del potencial quebranto, acepta otorgar el perdón con la única condición de que los montos defraudados sean devueltos al organismo.
Estamos hablando de poco más de 4,400 créditos y de un quebranto potencial del orden de 500 millones de pesos, y de que el perdón del Fovissste está sujeto a que quienes obtuvieron los financiamientos irregulares o bien liquiden el total de los mismos o al menos los montos que exceden su capacidad de pago.
El objetivo es regularizar todos estos créditos y evitar futuros deslices de este tipo y, para ello, el perdón ofrecido por Pérez Cárdenas tiene una vigencia limitada de seis meses, que concluye el 30 de enero del 2012.
¿Todavía no tienen el libro Hombres y Mujeres de la Casa 2010? Pídanmelo en mi cuenta de Twitter: @horacio_urbano.
Una critica al crecimiento horizontal de las ciudades con bajisima densidad que imposibilita la prestacion de servicios adecuados y suficientes a la poblacion y la obliga a la gente a pagar un costo muy alto en dinero y en molestias y calidad de vida al requerir translados muy largos y con pesimo servicio de trasporte publico.
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