"que en una encuesta habia sálido que un 85 % estaba a favor de las obras y sólo una minoria, no las queria. Y que eran necesarias para el progreso de la delegacion." A cual encuesta se referia?, si fue a la pesimamente planteada que hizo la delegacion en junio/julio del año pasada, que fue un insulto a la tecnica de encuestamiento, el señor demuestra su ignorancia o su mala fe, o ambas
Con igual autoridad puedo yo decirle con certeza absoluta, que mas del 80% de los ciudadanos rechazo las obras diciendo que no servirian para resolver el problema de congestionamiento, con base en los resultados de la encuesta realizada en mi humilde blog y esta encuesta no le costo a los contribuyentes ni un solo peso. Por otra parte, y al igual que Gabriela Cuevas, este individuo tambien tiene el cerebro de lombriz, y sus palabras y decires, no valen el papel en que aparecen. Cambia de partido como de calcetines y cambia sus convicciones asegun soplen los vientos y para muestra les anexo el texto de Demetrio Sodi publicado en la columna Analista Politico de El Universal
He venido insistiendo en los foros de REFORMA sobre la necesidad de no construir más obras para automóviles, y sí Metro y Metrobus. Al grado de que hace unos días alguien me decía airadamente que ya no repitiera lo mismo. Lo vuelvo a hacer con la transcripción del siguiente artículo: "Primero los automóviles: Demetrio Sodi de la Tijera
Nuevamente la realidad demuestra que seguirle apostando al automóvil, como ha hecho el GDF en los últimos años, es un error y un desperdicio.
Hace unos días, Marcelo Ebrard inauguró, con gran triunfalismo, los túneles de la avenida Constituyentes, obra que tardó más de dos años en su construcción y que sólo una semana después ha demostrado su fracaso. Con objeto de evaluar su resultado, el viernes y el lunes pasados recorrí todo el trayecto para constatar lo que muchos habíamos advertido, o sea, que lo único que iba a pasar es que los cuellos de botella que se presentaban sólo iban a cambiar de lugar.
Para los que vienen de Santa Fe, el tráfico en esa zona se ve más despejado, pero conforme bajan por Constituyentes ésta se carga hasta llegar al entronque con Observatorio, y desde ahí hasta el semáforo de Tacubaya es un cuello de botella donde se pierde casi una hora. En sentido contrario, los cuellos de botella se presentan en el entronque con el túnel que viene de Observatorio y la terminal de autobuses poniente, ya que para cinco carriles que entran la avenida cuenta con tres carriles. El tráfico es mejor que durante los dos años que duraron las obras, pero si recordamos cómo se circulaba en Constituyentes antes de ellas veremos que las grandes inversiones en túneles y pavimento son dinero tirado a la calle.
La conclusión es obvia, y es la misma que para el capricho político del segundo piso, o qué pasará con los deprimidos de Palmas y Reforma, o con el túnel de Santa Fe al anillo interior, o el segundo piso del Toreo a Satélite si se llegan a hacer: de nada sirven los túneles, pasos a desnivel o repavimentaciones con concreto si al final se llega a un cuello de botella, ya que el tiempo que se gana se pierde al final del camino.
Qué diferencia con el resultado que ha tenido la segunda línea del Metrobús, que pese a sus deficiencias ha reducido a la mitad el tiempo de traslado entre oriente y poniente. El fracaso en el segundo piso del Periférico y en Constituyentes y el éxito con las dos líneas de Metrobús vuelven a demostrar que la única alternativa para una ciudad con las dimensiones y diseño urbano de la nuestra es el transporte público.
Por el camino que vamos, apostarle al automóvil, la ciudad no tiene futuro, y cada día tomará más horas transportarse; la única alternativa es dificultar el uso del automóvil en ciertas zonas con medidas que a la larga modifiquen los hábitos del transporte. Abrir calles y zonas peatonales exclusivas, acabar con los valet parking y obligar a la gente a usar taxi o transporte público y aprobar la construcción de edificios de oficina y comerciales en ciertas zonas sin estacionamiento ayudaría a cambiar los hábitos de los capitalinos. Una medida urgente es parar el crecimiento de Santa Fe, ya que fue desde su origen un capricho político sin planeación y vías de acceso.
Por otro lado, deben canalizarse todas las inversiones que se puedan a transporte público, Metro, trenes suburbanos como los del estado de México, líneas de Metrobús y la modernización urgente de autobuses y taxis para que operen como empresas privadas y sociales, y no como camiones o coches particulares. Es mentira que en una gran ciudad el transporte y el tránsito son lentos y de mala calidad como sucede aquí; el caos del tránsito y el transporte público que tenemos es resultado de malos gobiernos y de intereses políticos y económicos que protegen a las mafias del transporte y que promueven obras que no sirven pero dejan mucho dinero.
Desgraciadamente, los gobiernos no aprenden, y los intereses económicos de llevar a cabo grandes obras e inversiones se imponen sobre las decisiones racionales. La frase de “hay que hacer obra porque cuando hay obra sobra” ha sido la lógica de la mayoría de los gobiernos al decidir inversiones, no con base en su utilidad, sino en la posibilidad de obtener un beneficio económico. Así sucedió con el segundo piso y así se siguen decidiendo muchas obras en el DF y en el país."
Analista político El Universal 21/01/2009 |
Que caradura nos resulto ser el que dice que si sabe.
Si sabia cuando publico la nota? o si sabia ayer que dijo lo citado en el parrafo inicial.
A cual de los dos le creeremos, son excluyentes entre si.
O estamos ante un caso de esquizofrenia?